INTRODUCCIÓN
Sobre las ruinas de un país agotado y arrasado por la guerra civil, se construirá un nuevo Estado caracterizado por la centralización absoluta del poder en la figura del general Franco, por la represión y la persecución sistemática de cualquier oposición y por el establecimiento de una economía autárquica que prolongaría las consecuencias materiales de la guerra durante dos décadas.
A pesar del aparente inmovilismo del régimen, éste fue adaptándose a las coyunturas internacionales con las que tuvo que convivir: el alineamiento con los fascismos durante los primeros años de la II Guerra Mundial, una tibia neutralidad al final de la misma, el aislamiento de la posguerra mundial, hasta que la guerra fría entre el bloque occidental y el soviético permitió a la dictadura ser reconocida.
La expansión económica de los sesenta hizo inevitable la penetración en España de la prosperidad económica y los movimientos culturales e ideológicos europeos, y permitió el surgimiento de una movilización creciente en los años finales del régimen.
Con todo, la dictadura, institucionalizada parcialmente durante la guerra civil, se extenderá como una larguísima posguerra durante cuatro décadas marcando profundamente a varias generaciones de españoles.
11.1. La creación del Estado franquista : Fundamentos ideológicos y apoyos sociales. Evolución política y coyuntura exterior. Del aislamiento al reconocimiento internacional. El exilio.
La creación del estado franquista : fundamentos ideológicos y apoyos sociales:
La configuración del Estado Franquista, en cuanto que dictadura personal, debe mucho a la personalidad del hombre que estuvo a su frente durante cuarenta años. Por ello se impone conocer un poco a Franco como personaje histórico a fin de entender los fundamentos ideológicos y los apoyos sociales del régimen.
Francisco Franco Bahamonde (1892-1975), nacido en El Ferrol en una familia de marinos, fue el militar que se puso al frente de los sublevados en el golpe de julio de 1936. Hizo su carrera militar en Marruecos, llegando a general a los 34 años. Era director de la Academia Militar de Zaragoza cuando el primer gobierno de Azaña decidió cerrar el centro, lo que le afectó mucho. Durante el gobierno de las derechas, fue Jefe del Estado Mayor y dirigió la represión de la revolución de 1934 en Asturias.
Franco era un militar muy conservador que despreciaba a los políticos, a los que consideraba causantes de la mayor parte de los males de España. Su manera de ejercer el gobierno fue absolutamente personalista, concentró todos los poderes. Lo que solía hacer ante cualquier problema era precisamente no hacer nada, dejarlo “pudrirse” hasta que se resolvía solo. Pero compensaba con astucia sus enormes lagunas formativas en política económica o internacional. Su capacidad de maniobra le fue muy útil para integrar todas las tendencias políticas que le apoyaron y que a menudo estuvieron enfrentadas, dando a cada una su parcela de poder (aunque, al final, era él siempre el que imponía su criterio).
Precisamente, la larga vigencia de la dictadura del general Franco y su adaptación a las circunstancias internacionales de cada momento han suscitado un debate entre los historiadores acerca de los fundamentos ideológicos del franquismo que se pueden resumir en los siguientes puntos:
Desde un punto de vista político e ideológico, era una dictadura de tipo fascista, aunque con matices, más inspirada en el fascismo italiano por proximidad cultural, del que copió incluso algunas leyes y organismos (Fuero del Trabajo, Instituto Nacional de Industria...), que en el nazismo alemán.
A pesar de no garantizar ningún derecho individual, de ser la autoridad omnímoda y llevar a cabo una represión masiva y violenta, no se puede decir que llegara a ser una dictadura totalitaria, por cuanto no consiguió ocupar y movilizar a toda la sociedad, ni impedir un mínimo pluralismo interno. Acabó más bien siendo unadictadura personal (nunca de un partido o del ejército) caracterizada siempre por la concentración de todos los poderes en la figura de Franco: Jefe del Estado, Jefe del Gobierno, Jefe de las FF.AA y Jefe del partido único Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, que pasó a denominarse Movimiento Nacional.
Fue marcadamente antiliberal, no permitió la actuación de partidos políticos salvo el Movimiento Nacional.
Defendió el anticomunismo por considerar que la lucha de clases era contraria al carácter nacional y a las encíclicas papales. Este aspecto fue especialmente desarrollado a partir de 1950.
El tradicionalismo es visible en sus discursos, llenos de un ultranacionalismodecimonónico, partidario de un centralismo político que negaba cualquier diferencia regional y con continuas llamadas imperialistas por la reconstrucción de un imperio perdido.
Clericalismo muy conservador que dio un papel privilegiado a la Iglesia (nacionalcatolicismo) en el control de la educación, la opinión pública, la moral y la censura de libros y espectáculos. El aborto, el divorcio, los matrimonios civiles, los cementerios laicos, los nombres no católicos desaparecieron.
El se creía elegido por Dios (providencialismo) para llevar a cabo la regeneración del país.
El militarismo impregnó muchos aspectos de la vida: uniformes de la Falange, emblemas, desfiles, educación física convertida en instrucción militar, actos de exaltación de la bandera o el himno nacional…
Creó un sistema corporativista que concibe el sistema político y la sociedad en él representada como un cuerpo en el que cada institución, elemento u órgano tiene su función y no puede ejercer ninguna otra. En España, el parlamento pasa a ser unas "Cortes Orgánicas" en las que la representación es por corporaciones (municipios, sindicato -todos miembros del Movimiento-). Se prohíben los sindicatos de clase y nace la Organización Sindical, en la que se integran, de manera vertical, patronos, técnicos y obreros por ramas (metal, construcción, textil...), lo que hace legalmente imposibles las huelgas. Las mujeres son segregadas de la vida pública y su misión se debe realizar en el ámbito doméstico. Para movilizar a mujeres y jóvenes se crea la Sección Femenina y la Organización Juvenil Española (O.J.E.).
La política represiva perduró a lo largo de todo el periodo con la creación de losTribunales de Orden Público para perseguir a todos los disidentes y a cualquier actitud contraria al ideario del régimen.
La planificación económica. El Estado nacionalizó algunas empresas deficitarias o estratégicas (ferrocarriles, fábricas de armas y acero, telefonía, monopolio de petróleo y tabaco...), fijó precios, limitó las importaciones y elaboró planes de inversión y desarrollo, intentando que las industrias se localizasen en lugares concretos. Sin embargo, no suprimió la propiedad privada de los medios de producción debido a sus apoyos sociales.
El sistema polìtico estuvo, pues, basado en una dictadura personal: el franquismo, de tipo nacionalista, tradicionalista y católico. Franco, como personificación de la soberanía personal reunía todos los poderes –
Los pilares ideológicos del franquismo fueron:
Tradicionalismo : defensa de la religión , la familia, el orden y la prosperidad.
Anticomunismo : expresión que incluía el rechazo a toda ideología opuesta al régimen.
Nacional-Catolicismo : Franco consideraba valores absolutos el catolicismo y la unidad de España. El catolicismo era la raíz de la nación española. La estructura del Estado era unitaria y centralista.
Franco institucionalizó el régimen de Estado de Derecho mediante la promulgación de las denominadas leyes fundamentales:
Fuero del Trabajo (1938), de inspiración fascista (base: Carta del Laboro italiana) regulaba las relaciones laborales con los principios nacionalsindicalistas.
Ley de Cortes (1942), que diseñó una cámara consultiva de tipo corporativo.
El Fuero de los Españoles (1945), que contenía derechos cuyo ejercicio no garantizaba.(tras la derrota alemana, Franco quiso congraciarse con los aliados pretendiendo aparentar que en España los ciudadanos gozaban de ciertas libertades políticas.
Ley de Referéndum Nacional (1945), que preveía la posibilidad de convocar una consulta “popular” mediante plebiscito o referéndum.
Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947), que estableció como modelo político de sucesión una monarquía autoritaria, cuyo rey sería propuesto por Franco a las Cortes.
Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), reafirmación del Movimiento como único partido. Todos los funcionarios públicos estaban obligados a jurarlos antes de tomar posesión.
El régimen se impuso mediante la represión. Se aprobaron la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), la Ley sobre la supresión de la Masonería y el Comunismo (1940), la Ley para la Seguridad del Estado (1941) y la Ley de Represión del Bandidaje y el Terrorismo (1947).
El franquismo contó con apoyos institucionales :
La Iglesia. Franquismo e Iglesia reforzaron su alianza con el Concordato de 1953. El catolicismo fue la religión oficial del Estado, La Iglesia controló la educación e impuso su moral a toda la población. A partir de los 60 el Opus Dei, suministró cuadros y dirigentes jóvenes, caracterizados por su formación técnica (tecnócratas), superior al de otras élites del régimen. Estuvieron siempre presentes en el gobierno.
El Ejército. Leal a Franco. A partir de 1945 se debilitó la influencia política del mismo (solo militares como Carrero Blanco mantuvieron su influencia ante Franco).
La Falange. Era el partido oficial, pero perdió influencia en beneficio de otras familias del régimen . Controló el Ministerio de Trabajo, el sindicato único (eran los Sindicatos Verticales –Organización Sindical Española – inspirados en la Italia fascista, establecía que empresarios y trabajadores se integrarían en un mismo sindicato por ramas de producción pero era el Estado quién dictaba las condiciones laborales (salarios, jornada de trabajo, vacaciones, permisos…) se negaba la negociación colectiva y se anulaba la huelga. Las condiciones laborales difíciles y bajos salarios solo permitían unos amplios beneficios empresariales. Contaban con los periódicos Pueblo y Arriba. Eran un autentico poder del Estado.
Los monárquicos formaron un conjunto de tendencias, a veces enfrentadas entre sí. Los carlistas tuvieron un papel menor (cartera de Justicia). El resto apoyaba la restauración monárquica, una vez acabada la guerra. A pesar de la perpetuación de Franco en el poder, muchos de ellos colaboraron con el régimen (diplomacia).
El franquismo contó con apoyos sociales:
En los primeros años : la oligarquía agraria, financiera e industrial, la burguesía de provincias y el campesinado propietario de tierras.
En los años cincuenta : la burguesía industrial de Cataluña y el País Vasco.
Oposición al franquismo durante la postguerra : la protagonizaron :
El gobierno republicano y los autonómicos en el exilio. Los republicanos españoles intentaron reorganizarse y recomponer las instituciones de la República, siempre con la amenaza de la división presente. Al principio creyeron incluso que las democracias triunfadoras frente al fascismo en la II Guerra Mundial expulsarían también del poder a Franco, pero no contaban con el hecho de que, acabada la guerra, el enemigo para EE.UU. y sus aliados no eran ya los nazis, sino el comunismo de Stalin y los aliados de la URSS. Europa había quedado dividida por el "telón de acero" y la "Guerra Fría" entre las dos superpotencias beneficiaba a Franco, dado que se declaraba anticomunista. Muchos republicanos españoles se refugiaron en México y allí se reunieron las Cortes en 1945 (sólo 100 diputados), para elegir presidente de la República a Diego Martínez Barrio.
Los monárquicos, encabezados por don Juan de Borbón, quién, en el Manifiesto de Lausana de 1945 reclamaba para España la monarquía constitucional y democrática.
La guerrilla del interior o maquis, liderada por el PCE. Comunistas y anarquistas organizaron una guerrilla rural, refugiada en los bosques de las montañas de Asturias, León, el Sistema Ibérico y Andalucía y que no fue derrotada hasta 1952. No tenían armas pesadas y tampoco contaron con demasiado apoyo de la gente de los pueblos, quizá por miedo o por cansancio de tantas guerras.
Evolución política coyuntura exterior.
El evolución política y la coyuntura internacional pasaron por dos etapas:
Régimen nacional-sindicalista y alineamiento con los países del Eje (1939-1942). Serrano Súñer – falangista, germanófilo y ministro de Asuntos Exteriores – diseñó un régimen totalitario, el nacional-sindicalista, con predominio de militares y falangistas. En estos años España se alineó con las potencias del Eje (Alemania e Italia). Pero España no entró en la Segunda Guerra Mundial porque Hitler rechazó las peticiones de Franco de incorporar a España parte del imperio colonial francés en África. A pesar de ello, España apoyó al Eje enviando a Rusia la División Azul, suministrando wolframio y permitiendo el tránsito de barcos y aviones.
Nacional-catolicismo y acercamiento a los aliados (1943-1945). Las derrotas del Eje hicieron que Franco se acercase a los Aliados. España se declaró no beligerante, y finalmente proclamó la neutralidad. Apartó del gobierno a los germanófilos (Serrano Súñer) y ascendió al católico Martín Artajo.
Del aislamiento al reconocimiento internacional
El aislamiento internacional del España (1945-1950) se concretó en la no admisión de España en la ONU, en la condena de la ONU como “ fascista” de la dictadura de Franco, recomendando a sus miembros retirar a sus embajadores de España y en la exclusión de España del Plan Marshall. Así se pretendía presionar a Franco para que abandonase el poder. Solo mantuvieron su apoyo El Vaticano, el Portugal de Salazar la Argentina de Perón.
El reconocimiento internacional de España llegó en los años 50. La Guerra Fría permitió a Franco presentarse ante las democracias occidentales como un aliado leal frente a la URSS. En 1950 la ONU revocó la resolución de bloqueo contra España con el consiguiente regreso de los embajadores. En 1953 se firmaron el Concordato con la Santa Sede y el Tratado de Madrid, pacto con los EE.UU. , que permitió la instalación de cuatro bases militares estadounidenses en España y, por unas cláusulas secretas, el tránsito y almacenamiento de armas nucleares. El definitivo reconocimiento internacional de España llegó con su ingreso en la ONU en 1955 y en el FMI en 1957 y entre esa fecha y 1960 a todos los organismos internacionales. Otro acontecimiento importante fue la descolonización de Marruecos en 1956. España conservó en África Sidi Ifni, el Sahara Occidental y Guinea.
El exilio
El exilio fue la única salida para una parte de los españoles que perdieron la guerra civil. Significó para España una pérdida demográfica, económica e intelectual. A este exilio se unieron posteriormente muchos intelectuales de la España franquista a causa de la estabilización del régimen. El primer exilio tuvo lugar en 1937 tras la conquista franquista del norte de España. Miles de niños fueron enviados, principalmente, a Rusia, los niños de la guerra. (3.000) Al finalizar la contienda más de cuatrocientas mil personas , comprometidas con la República, abandonaron España llegando a Francia o al norte de África. La mayoría fueron internados en campos de refugiados. Una parte de los refugiados, regresó a España cuando el régimen prometió no proceder contra quienes no hubiesen cometido delito, promesa que no se cumplió. Más de 200.000 permanecieron en el exilio. Fue una pérdida de importantes personalidades a nivel intelectual, artístico o científico, hecho que incidió en el bajo nivel de producción cultural en la España de la postguerra. Los destinos principales fueron, por tanto, Francia, y tras la ocupación alemana (persecución de los emigrados españole muchos de los cuales fueron asesinados en los campos de exterminio del Tercer Reich.) muchos otros optaron por partir hacia Inglaterra y América, otros,igualmente, se enrolaron en la resistencia francesa que luchaba contra la ocupación alemana. Muchos de los exiliados que partieron para América se instalaron en México, el país que acogió generosamente a un mayor número de españoles gracias al empeño político del presidente Lázaro Cárdenas. Otros se ubicaron en Argentina, Chile, Venezuela y Cuba. La mayoría tuvo que esperar a la muerte de Franco para poder regresar a España.
11.2. La consolidación del régimen franquista. Las transformaciones económicas: de la autarquía al desarrollismo. Los cambios sociales.
La consolidación del régimen franquista.
En los años cincuenta se fue abandonando la autarquía y el aislamiento de los años cuarenta – ingreso en la ONU y el FMI y Tratado de Madrid con los EE.UU. Pero el fin del aislamiento y los primeros síntomas de recuperación pusieron de manifiesto las tensiones entre las familias del régimen. En 1957, tras una crisis provocada por disturbios estudiantiles, Franco remodeló el Gobierno cesando a los ministros más radicales del Movimiento. La ascensión política del almirante Carrero Blanco significó en el seno del gobierno el ascenso de los tecnócratas, vinculados al Opus Dei en detrimento de falangistas, militares y católicos Nombró ministros a Mariano Navarro Rubio y a Alberto Ullastres, Laureano López Rodó, miembros del Opus Dei, que antepusieron la eficiencia a la ideología política; fueron los llamados tecnócratas, que impusieron medidas económicas acordes con el capitalismo occidental, entonces en expansión. También se incorporaron jóvenes falangistas de carácter reformista entre ellos Manuel Fraga Iribarne, que ocupó la cartera de Información y turismo.
Se promulgaron leyes destinadas a organizar definitivamente el Estado, sin abandonar su carácter de dictadura personal. Las actuaciones más importantes fueron:
En política interior:
La aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), que recogía los principios básicos del franquismo, alejándose del totalitarismo de los primeros años, pero rechazando la democracia. El régimen se definía como “una monarquía tradicional, católica, social y representativa”. El franquismo rechazaba el sistema democrático, basado en la voluntad popular, el sufragio y la separación de poderes. Para construir el nuevo Estado se inspiró en el fascismo italiano y en su estado corporativista que organizaba la participación popular a partir de tres unidades básicas: la familia, el municipio y el sindicato. Es lo que se llamó la democracia orgánica.
En 1962 se creó la Vicepresidencia de Gobierno, cargo que ocupó desde 1967 Carrero Blanco, que se convirtió en el hombre fuerte del régimen. En 1963 se puso en marcha el Tribunal de Orden Público (TOP) para juzgar los delitos políticos, que pasaban de la jurisdicción militar a la política, aunque ello no significó disminución de la represión. 1966. Ley de prensa (M. Fraga Iribarne), suprimía la censura previa y permitía la publicación de nuevos periódicos y revistas, pero fijaba un sistema de multas y suspensiones si se superaba el margen de tolerancia permitida. 1967. Ley de Libertad Religiosa. Se reconoció la igualdad de todas las religiones y la libertad práctica. 1967. Ley Orgánica del Estado (aprobada en referéndum). Depuraba el lenguaje de la retórica fascista, confirmaba la institución monárquica del régimen y pretendía dejar el futuro preparado, para una España franquista sin Franco. (atado y bien atado, en palabras del mismo Franco). 1967. Se aprobó la Ley de la Seguridad Social, que amplió los mecanismos de cobertura social a cargo del Estado (seguro de enfermedad, vejez, viudedad…). 1969. De acuerdo con lo estipulado en la Ley de Sucesión, Franco designó a Juan Carlos de Borbón, como sucesor, con el título de Príncipe de España.
En política exterior:
Visita del presidente estadounidense Eisenhower en 1959. España presenta su solicitud para entrar en la CEE en 1962 (no se comenzarán negociaciones para la entrada hasta 1979, dado el recelo de la CEE hacia el régimen de Franco). Insistencia en la reivindicación de Gibraltar.
Las transformaciones económicas. De la autarquía al desarrollismo.
En los años cuarenta el régimen apostó por una política autárquica, cuyo objetivo era conseguir la autosuficiencia económica. Se establecieron cartillas de racionamiento para casi todos los productos básicos situación que perduró hasta 1951. El intento de controlar los precios dio lugar a la aparición de un mercado negro (estraperlo) y a multitud de corrupciones burocráticas.
En industria se llevó a cabo una política proteccionista y se creó el Instituto Nacional de Industria, con la misión de crear las industrias básicas necesarias para el desarrollo del país. En principio estaba pensado para desarrollar aquellos sectores vitales que no atrajesen a la iniciativa privada o que demandasen grandes capitales, pero acabó convirtiéndose en "hospital" de las empresas en crisis.
Los sectores económicos importantes se convirtieron en monopolios estatales RENFE en 1940 o se crearon empresas estatales (SEAT, CASA, IBERIA, etc.).La extremada regulación de todo el proceso productivo (para abrir una empresa había que pedir el permiso gubernamental y lo mismo para la comercialización) aumentó la burocracia e impidió la flexibilidad de la producción.
La política comercial estuvo también marcada por una regulación (permisos para importar, para exportar, para la creación de empresas mixtas) que frenó la integración económica española en la europea. El aumento de los gastos públicos (INI, obras públicas) muy por encima del crecimiento del PIB originó una inflación muy acusada. La oposición de los grupos políticos afines al Movimiento a una reforma de los impuestos directos, impidió el saneamiento de la Hacienda. En 1950 el Estado estaba prácticamente en bancarrota.
La reacción de Franco fue la remodelación del gobierno en 1957, nombrando ministro de Hacienda a Navarro Rubio y de Comercio a A. Ullastres, quienes elaboraron el Plan de Estabilización Económica (1959). Las medidas más destacadas:
Reducción de los gastos del Estado, congelación de salarios y devaluación de la peseta.
Desaparición del control del Estado sobre las actividades económicas.
Apertura a los mercados exteriores, facilitando la instalación de empresas extranjeras.
El Plan de Estabilización liberó la economía española y sentó las bases del despegue económico de los años sesenta, favorecido por la coyuntura económica internacional, pero provocó la emigración al exterior de muchos españoles. En los años sesenta la economía española tuvo un crecimiento explosivo, pero desequilibrado. Son los años del desarrollismo. Los factores que lo favorecieron fueron:
Abundante mano de obra procedente del éxodo rural, barata y férreamente controlada.
Existencia de capitales acumulados en el interior y llegada de capital extranjero.
Ingresos crecientes procedentes del turismo y de las remesas de dinero enviadas por los emigrantes.
Industrialización de España, concentrada en Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias y Valencia.
Los planes de desarrollo se pusieron en marcha en 1962, bajo la dirección de Laureano López Rodó. Tenían una duración de cuatro años. Y pretendían fomentar el desarrollo industrial y disminuir los desequilibrios entre las regiones. Hubo tres planes, que duraron hasta 1975. Con la finalidad de su correcta aplicación se creó el Ministerio de Planificación y Desarrollo. Los planes establecían directrices obligatorias para las empresas públicas e indicativas para las privadas. Se concedieron ventajas fiscales y crediticias a las empresas que siguieron las directrices del Estado, con los objetivos siguientes:
Crecimiento del PIB.
Desarrollo preferente de la industria y de la modernización de la agricultura.
Desarrollo de regiones no industrializadas, para lo cual se crearon Polos de Desarrollo (Burgos, Huelva, Valladolid, Vigo), con resultados dispares. Igualmente los Polos de Promoción.
El desarrollismo presentó las limitaciones siguientes:
Desarrolló una industria con poco contenido tecnológico y muy dependiente del exterior.
Hubo una incentivación de la emigración al exterior para evitar un paro masivo.
La renta per cápita y el bienestar social no alcanzaron el nivel medio de los países occidentales.
Sistema fiscal regresivo. Fraude y evasión de impuestos.
Los cambios sociales
Como consecuencia de la combinación de una natalidad elevada y una mortalidad en descenso se produjo un notable crecimiento de la población, que pasó de 29,4 millones de habitantes en 1957 a más de 34 millones en 1970. Las migraciones de los años sesenta fueron espectaculares: El éxodo rural se dirigió a Madrid, Cataluña y Valencia, donde surgieron suburbios y ciudades dormitorio, sin planificar e infradotados en servicios y equipamientos. Se despoblaron las zonas de Andalucía, las dos Castillas, Extremadura y Galicia, acentuándose las diferencias de riqueza entre regiones del país. La emigración exterior afectó a más de 1.500.000 personas . Los destinos principales fueron Alemania, Francia, Suiza y Bélgica. La estructura de la población activa se modernizó: en 1970 el sector primario ocupaba el 29% de los trabajadores, el secundario el 37% y el terciario el 34%. Hubo cambios importantes: disminuyó el número de jornaleros en el campo, aumentó el de obreros y se desarrolló la clase media. Los modos de vida y la mentalidad cambiaron, sobre todo entre los jóvenes de las ciudades, por la influencia de los turistas europeos y la difusión de la televisión. Uno de los cambios más destacados fue la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa. El nivel de vida mejoró y apareció la sociedad de consumo y la clase media: los salarios subieron, se generalizaron el teléfono, la nevera, la lavadora, el SEAT 600, las vacaciones y, en general, la cultura del ocio. El crecimiento económico de este período transformó profundamente la sociedad española. Los cambios económicos y sociales contrastaron con el inmovilismo y la represión políticos.
11.3. Elementos de cambio en la etapa final del franquismo. La oposición al régimen
Elementos de cambio en la etapa final del franquismo.
En 1969 el escándalo MATESA – caso de corrupción en el que se vieron implicadas instituciones públicas – provocó una crisis de gobierno. Franco cesó a los ministros tecnócratas y a sus oponentes, desde Fraga a Castiella y formó un nuevo gobierno homogéneo con Carrero Blanco en la vicepresidencia y once ministros del Opus Dei; fue el gobierno monocolor.
En 1969 Franco nombró al príncipe Juan Carlos de Borbón su sucesor a título de rey. Don Juan Carlos juró la Ley de Principios del Movimiento Nacional. El objetivo de Franco era instaurar una monarquía que mantuviese la dictadura a su muerte.
En junio de 1973 Franco formó un nuevo gobierno con Carrero Blanco como presidente ; fue la primera vez que no coincidieron en la misma persona la Jefatura del Estado y la Jefatura de Gobierno. Carrero Blanco fue asesinado por la ETA en diciembre de 1973.
En nuevo presidente de gobierno Arias Navarro anunció en un discurso el 12 de febrero de 1974 la liberalización del régimen con la regulación del derecho de asociación política; se habló del espíritu del 12 de febrero. Arias Navarro provocó la división dentro de las fuerzas del régimen franquista:
los aperturistas, de Pío Cabanillas, partidarios de las reformas desde dentro;
los inmovilistas, llamados el bunker, de José Utrera, opuesto a cualquier reforma.
El espíritu del 12 de febrero desapareció tras condenar a muerte al anarquista Puig Antich, provocando una oleada de protestas internacionales y la reacción defensiva del régimen, replegándose hacia los sectores más fieles.
En política exterior la dictadura franquista intentó acercar España a Europa: en 1962 se solicitó la entrada en la CEE y en 1970 se firmó el Acuerdo Preferencial. España fracasó en su intento de recuperar Gibraltar y en 1969 cerró la verja con el Peñón. En los últimos años las relaciones exteriores de España fueron difíciles por el aislamiento internacional de la dictadura a causa de su política de represión, así como por la caída de las dictaduras de Portugal y Grecia.
El final del régimen franquista vino provocado por la enfermedad de Franco, la crisis económica de 1973 y el aumento de la conflictividad social, además de las protestas dentro y fuera de España por la aplicación de la pena de muerte a los terroristas de ETA y el FRAP y la Marcha Verde o invasión del Sahara por Marruecos.
Franco murió el 20 de noviembre de 1975. Fue el fin del régimen franquista.
La enfermedad de Franco se agravó a lo largo de 1974-75. Y el gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo foco desestabilizador: el conflicto del Sahara. Territorio rico en fosfatos, ambicionado por Marruecos, Mauritania y Argelia. Los saharauis habían creado el frente Polisario, una formación nacionalista que abogaba por la independencia. España aceptó la descolonización y permitiría un referéndum de autodeterminación. En 1975, octubre, el rey Hassan II de Marruecos, organizó la Marcha Verde, miles de civiles para una invasión pacífica del territorio. Ante el peligro de un conflicto bélico, España firmó los Acuerdos de Madrid, que suponían la entrega del Sahara a Marruecos y Mauritania. El abandono de España inició un conflicto todavía no resuelto. Franco, pues, falleció el 20 de noviembre de 1975, la pretensión de que el dictador dejaba el futuro de España “ atado y bien “ acabó siendo una ilusión sin fundamento.
La oposición al régimen
La oposición al régimen reivindicó la libertad y la democracia. Destacaron:
El movimiento obrero a través de sindicatos clandestinos, pero con influencia creciente : USO, cristiano, CC.OO., comunista y liderado por Marcelino Camacho, UGT, socialista, dirigido por Nicolás Redondo, ELA-STV, nacionalista vasco. Las huelgas, aunque prohibidas, fueron frecuentes desde 1967 en las áreas industriales.
El movimiento estudiantil universitario se revitalizó a partir de 1969 (influencia del Mayo del 68 francés)y se complicó con las huelgas de profesores no numerarios desde 1972. Fueron junto con los sindicatos el grupo más reivindicativo, superando el corsé de la asociación de estudiantes falangista SEU
El movimiento vecinal cobró fuerza en los barrios obreros de las grandes ciudades.
La Iglesia católica, como consecuencia del Concilio Vaticano II (1962-1965). Destacaron el cardenal Tarancón, el clero catalán y vasco, que se acercó al nacionalismo, y los sacerdotes obreros y los cristianos por el socialismo.
La oposición dentro del ejército, organizada en torno a la UMD (Unión Militar Democrática, de jóvenes oficiales).
La oposición política tradicional liderada por el partido comunista, dirigido por Santiago Carrillo, sin duda el principal partido de oposición durante el franquismo a pesar de ser clandestino. Sufrió una gran represión (fusilamiento de Julián Grimau en 1963)
Entre los políticos moderados destacaron aquellos que protagonizaron en 1962 el contubernio de Munich (reunión de opositores moderados al régimen en dicha ciudad, que causó un gran impacto en el interior y fue utilizada como argumento victimista por el régimen) – Gil Robles, democristiano, y Joaquín Satrústegui, liberal – y personalidades apartadas del régimen por su aperturismo – Joaquín Ruiz-Giménez.
El PCE lideró la Junta Democrática en 1974, asociación de partidos políticos a favor de la democracia. El PSOE, dirigido por Felipe González desde el congreso de Suresnes (Francia) en 1974, lideró la Plataforma de Convergencia Democrática en 1975, asociación competidora de la anterior. Ambas organizaciones se fusionaron en Coordinación Democrática en 1976 (la conocida como “platajunta”)
Dentro de los grupos nacionalistas hay que distinguir la tendencia moderada – PNV en el País Vasco y CDC y ERC en Cataluña.
Dentro de los grupos terroristas se distinguieron tres : ETA (Euskadi Ta Askatasuna: Tierra Vasca y Libertad ) de base nacionalista y orientación marxista (o eso decían), y el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico ) y los GRAPO (Grupo Revolucionario Antifascista Primero de Octubre ), de extrema izquierda y prácticamente desaparecidos tras el fin de la dictadura.