TEMA
4 - El siglo XVIII- Reformismo borbónico e Ilustración
La
entronización de la dinastía de los Borbones en España coincide
con un serio proyecto de modernización y reforma de nuestro país
que superara el atraso de la época de los Austrias Menores. De
hecho, España vivió un período de expansión demográfica y
económica y la administración se racionalizó. El nivel más alto
de racionalización se alcanzó con el Despotismo Ilustrado de Carlos
III en la segunda mitad del siglo. Por otro lado, los Borbones
impusieron un modelo administrativo centralizado que chocó con la
tradición descentralizada de los reinos hispánicos.
La
Guerra de Sucesión y el Sistema de Utrecht
Esta
guerra (1701-1713) se inició por el problema de sucesión de Carlos
II de España. Este rey murió sin descendencia y en su testamento
(1700) legó todos sus reinos a Felipe de Anjou (Borbón),
nieto de Luis XIV, con la condición de que no dividiera los dominios
españoles. El otro candidato, Carlos de Habsburgo, no aceptó
el testamento e inició la guerra contra Felipe V. La Guerra de
Sucesión tuvo dos vertientes:
•Como
guerra europea fue un enfrentamiento para obtener la hegemonía
europea. Luis XIV y Felipe V tuvieron que enfrentarse a la coalición
formada por Austria, Saboya, Holanda e Inglaterra.
•Como
guerra civil fue un enfrentamiento entre Castilla (partidaria
de Felipe V) y la Corona de Aragón (partidaria de Carlos de
Habsburgo). Los motivos de la Corona de Aragón eran varios, pero el
principal era la sospecha de que el candidato francés acabaría con
los fueros y Cortes aragonesas por la tradición centralista de los
Borbones.
La
Guerra fue larga e incierta, pero en 1711 Carlos de Habsburgo se
convirtió en emperador de Austria por la muerte de su abuelo
Maximiliano. Inglaterra, que ahora veía la posibilidad de
unificación bajo un mismo rey de España y Austria y estaba en
guerra para evitar una unificación de ese tipo, forzó la paz.
Asimismo, en 1714, Felipe V conquistó Barcelona de modo que la
Corona de Aragón se rindió.
El
Tratado de Utrecht (1713) puso fin a la guerra y estableció
el fin de las hegemonías y el principio del Equilibrio Europeo
• Felipe
V (1700-1746) fue reconocido rey de España, pero Luis XIV tuvo
que renunciar a unir España y Francia.
• Austria
se anexionó la mayor parte de los territorios españoles en Italia y
los Países Bajos.
• Inglaterra
se anexionó Gibraltar y Menorca, pero sobre todo, obtuvo ventajas
comerciales
• España
fue la gran perdedora pues perdió todos sus dominios europeos (no se
respetó el testamento de Carlos II).
Por
ello, España no aceptó esta parte del tratado. Esto dio lugar al
Revisionismo (intento de deshacer los elementos perjudiciales
del tratado de Utrech) en Italia entre 1720-1730, que fracasó
completamente. Eso llevó a España a los Pactos de Familia,
tratados de alianza con Francia para conflictos puntuales en los que
España cambiaba apoyo militar por recuperación de territorios. En
los dos primeros Pactos de Familia (Guerra de Sucesión de
Polonia-1733; y Guerra de Sucesión de Austria- 1743), Felipe V luchó
con Francia contra Austria y recuperó los dominios italianos (Reino
de Dos Sicilias y Ducados de Parma y Guastalla).
Con
Fernando VI (1746-1759), España mantuvo una situación de
neutralidad Sin embargo, en cuanto Carlos III subió al trono
(1759-1788) reanudó el III Pacto de Familia. Este arrastró a
España a la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y la Guerra de
Independencia de EE.UU. (1776-1783). Tras ella, España recuperó
Menorca y Florida.
Reformas
en la organización del estado.
La
monarquía centralista: Los Borbones introdujeron en España los
modelos administrativos franceses; esto significaba que la
administración tendería a ser más racional, eficaz y centralista.
Este último aspecto era el más complejo, pues la tradición de los
Austrias era la de la pervivencia de múltiples administraciones
descentralizadas (especialmente en la Corona de Aragón). Los
Decretos de Nueva Planta (1707-1714) fueron el principal medio de
centralizar la administración. Felipe V aprovechó la “traición”
de la Corona de Aragón para abolir sus fueros y cortes y reducir
estos territorios a las leyes castellanas, como temían los
aragoneses. Tras los Decretos de Nueva Planta ya sólo quedaban
Navarra y los territorios vascos con fueros propios.
• Se
elimina el antiguo sistema polisinodial por las Secretarías de
Estado y de Despacho. Estas secretarías eran similares a los
actuales ministerios, pues al frente de éstas se situaba un
secretario que despachaba directamente con el rey (Secretarías e
Estado, Justicia, Hacienda, Guerra, Marina e Indias).
• Intendencias
y Capitanías Generales: Las intendencias eran similares a las
actuales provincias y los intendentes tenían amplias funciones de
justicia, policía, recaudación de impuestos, etc. Los Capitanes
Generales tenían la jefatura militar.
• Se
generalizan en todos los municipios españoles los corregidores,
nombrados por el Rey.
La
reforma de la hacienda fue un aspecto fundamental de la
racionalización administrativa, pues permitió sanear las cuentas
del estado.
• En
primer lugar, los gastos descendieron al finalizar las costosas
guerras en Flandes.
• Por
otro lado, los ingresos subieron pues la antigua recaudación
indirecta fue sustituida por la recaudación directa.
• Las
reformas de la hacienda también permitieron descargar a Castilla de
todo el peso fiscal, pues los Decretos de Nueva Planta extendieron
esta carga a la Corona y Aragón.
• Recaudación
de algunas rentas eclesiásticas, mediante la firma del Concordato
con la Santa Sede.
• Otros
intentos posteriores de mejorar la hacienda fracasaron, sin embargo,
pues atentaban contra los intereses de la nobleza y de la iglesia.
La
Ilustración. La práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III.
Entendemos
por Ilustración el movimiento ideológico y filosófico que
pretendía convertir a la razón en el principio básico de toda
actividad humana: economía, sociedad, política, etc. La religión,
la tradición o la superstición eran consideradas como no
racionales, y por tanto no podían ser las guías de la sociedad. La
Ilustración, se convertía así en un elemento de progreso y
modernización social sin precedentes que, a la larga, contribuiría
a los fenómenos revolucionarios del siglo XIX.
El
Absolutismo era considerado por los ilustrados como un sistema
político no racional (ellos proponían los principios de separación
de poderes, soberanía nacional, etc.), sin embargo, algunos
soberanos absolutos estaban al tanto de las ideas ilustradas y
aceptaban muchas de ellas como medio de racionalizar el gobierno, la
economía y la sociedad. Estos reyes son los representantes del
Despotismo Ilustrado. Por tanto, el Despotismo Ilustrado
mantenía el Absolutismo Político, es decir, todo el poder en manos
del rey, pero con una práctica política a favor del pueblo: “todo
para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Carlos
III impulsó muchos proyectos de reformas, especialmente en el
plano económico. Para ello se ayudó de ilustrados que participaron
en su administración (Conde de Aranda, Floridablanca, Jovellanos,
Olavide) y apoyó las actividades de las Sociedades Económicas
de Amigos del País. Por supuesto, muchas de estas medidas
perjudicaban a la nobleza y la iglesia que mostraron su oposición y
descontento en acciones como el Motín de Esquilache (1766).
Entre
las reformas ilustradas de Carlos III tenemos que citar:
• Reformas
religiosas: limitación del poder de la Iglesia,
intensificando el regalismo y limitando el poder de la Inquisición.
La medida más llamativa fue la expulsión del país de los jesuitas.
• Reformas
en la agricultura: el principal problema para el desarrollo de
la agricultura era el régimen de propiedad de la tierra, es decir,
el desigual reparto de ésta. Para aumentar la disponibilidad de
tierras había que desvincular y desamortizar una gran cantidad de
tierras de “mano muerta”, es decir, en manos de los mayorazgos,
iglesia, y municipios. Esto era prácticamente imposible pues hubiera
supuesto destruir las bases del orden social estamental que
sustentaba el Absolutismo. Por lo tanto, era complicado aumentar la
superficie cultivable, y tampoco se invertía en modernizar técnicas
y herramientas para mejorar el rendimiento de la cultivada. Carlos
III no logró modificar este estado de cosas: sus medidas fueron
limitadas: reducir los privilegios de los grandes ganaderos (la
Mesta), colonizar tierras despobladas, obras de regadía...
• Reformas
en la industria: las reformas en la industria y artesanía
tuvieron un alcance desigual. Por un lado se fomentaron la
Manufacturas Reales (por ejemplo la Real Fábrica de Tapices de San
Fernando), pero éstas sólo afectaban a productos de lujo. El rey
declaró todo trabajo “honrado”, permitiendo que los
hidalgos pudieran trabajar sin perder su honor. Asimismo, se creó
una incipiente industria textil en Cataluña, favorecida por el
proteccionismo (impuestos sobre la importación de productos de otros
países)
• Reformas
en el comercio: las reformas del comercio exterior fueron las
medidas económicas más efectivas de Carlos III: decretó la
libertad de comercio con América para todos los súbditos de la
Monarquía. La libertad de comercio incentivó el comercio con
América, y liberalizó el comercio de granos abaratando los
alimentos. Asimismo, liberalizó el comercio interior, eliminando las
aduanas entre la Corona de Aragón y la de Castilla.
• Reformar
militares: servicio militar obligatorio y reorganización del
Ejército; potenciación de la Marina, considerada necesaria para la
defensa del imperio colonial. Las reformas en los astilleros
permitieron convertir a España en la tercera potencia marítima
después de Inglaterra y Francia.
• Obras
públicas. Carlos III fue conocido como el “mejor alcalde de
Madrid” por embellecer la capital y dotarla de alcantarillado; por
otro lado, fue importante su política caminera destinada a mejorar
las vías de comunicación interior, con el proyecto del Canal de
Castilla, que recorrería la Meseta Norte de norte a sur y no pudo
ultimarse por falta de fondos.
Demografía,
sociedad y cultura con los Borbones
• Demografía:
La población española creció en el siglo XVIII, pero de manera más
intensa en la periferia y las grandes ciudades. Pese a ello, no
podemos hablar de transición demográfica: la mortalidad y natalidad
siguen siendo muy altas.España continúa en en régimen demográfico antiguo.
• Sociedad:
La sociedad no experimentó avances de calado. Pese a las intenciones
de la Ilustración, se mantuvo el orden estamental, y los intentos de
limitar los privilegios nobiliarios se vieron detenidos. La nobleza y
el alto clero (básicamente nobles que habían optado por la carrera
eclesiástica) no pagaban impuestos, controlaban la mayor parte de
las tierras y copaban los puestos de gobierno. Como en toda Europa,
asciende la burguesía (plebeyos comerciantes, profesionales y
labriegos ricos) pero no logra dominar la política ni, a diferencia
de en otros países, la economía. La mayoría de la población sigue
siendo campesina: pequeños propietarios pobres en el norte,
jornaleros (campesinos sin tierra que trabajaban por un jornal)
extremadamente pobres en el sur.
•
Cultura: La Monarquía fomentó la ciencia, pero el
conservadurismo social evitó un verdadero avance del conocimento. En
literatura y arte domina el Neoclasicismo, sobria reacción contra
los excesos del Barroco que no alcanza las cotas de excelencia de los
siglos anteriores. La figura artística más destacada, por encima de
cualquier clasificación, es Goya.
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