Tema
3: La Monarquía Hispánica: Los Reyes Católicos y los Austrias
Los Reyes Católicos
El
reinado de los Reyes Católicos ha sido frecuentemente considerado
como el punto de partida de España como estado moderno. En
efecto, la monarquía autoritaria se impuso finalmente a la nobleza,
se unificaron políticamente todos los estados peninsulares menos
Portugal, se implantó la unidad religiosa y se descubrió América.
Pero la unión de los reinos de España seguía siendo dinástica y
patrimonial.
Unión
dinástica:
La
unión dinástica de los Reyes Católicos se inició con el
matrimonio de Isabel y Fernando en 1469. En 1479, Fernando se
convirtió en rey de Aragón. En Castilla, la Guerra de Sucesión
culminó con el triunfo de Isabel también en 1479. El matrimonio
entre Fernando e Isabel no supuso en ningún momento la formación de
un estado unificado. Al contrario, cada reino mantuvo sus propios
fueros e instituciones. Se trataba, por tanto de una unión
dinástica o patrimonial de carácter medieval.
Castilla
y Aragón eran estados muy diferentes a fines del siglo XV. Castilla
tenía mucha más población que Aragón y su economía era mucho más
dinámica (especialmente la ganadería y el comercio de lana con
Flandes); además, era un reino unificado y con una larga tradición
de autoritarismo monárquico. Por el contrario, la Corona de Aragón
parecía más una confederación de reinos en los que el gobierno se
basaba en la tradición pactista entre el rey y las Cortes. Estas
circunstancias hicieron que los Reyes Católicos basaran su poder
sobre todo en los recursos de Castilla.
La
unión matrimonial fortaleció a ambas coronas y éstas iniciaron una
política expansiva con el objetivo de unificar los demás reinos
peninsulares.
Política
internacional
La
unión de las coronas de Castilla y Aragón convirtió a la monarquía
de los Reyes Católicos en una de las potencias políticas más
importantes de Europa. La política exterior de los Reyes Católicos
siguió las siguientes directrices:
• Integración
de todos los territorios peninsulares.
- Entre 1482 y 1492 se produjo la Guerra de Granada. Los Reyes
Católicos terminaban así la Reconquista tras más de dos siglos de
interrupción.
- Navarra fue conquistada en 1512, tras la muerte de Isabel.
- Los Reyes Católicos no pudieron incorporar Portugal, a
pesar de que lo intentaron por vía de matrimonio. Sin embargo, este
tipo de alianzas matrimoniales prepararon su incorporación en el
siglo XVI (1580).
• Expansión
marítima tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo
- Guerras de Italia: incorporación de Nápoles a la Corona de
Aragón y predominio español en buena parte de Italia.
- Ocupación de las plazas del Norte de África: la ocupación
de las plazas de Melilla, Orán, Trípoli… destinada a acabar con
los nidos de piratas berberiscos que asolaban las costas españolas
- Expansión
atlántica: conquista de las Islas Canarias y, sobre todo,
descubrimiento e incorporación paulatina de América a la
Corona de Castilla a partir de 1492 (ver abajo)
• Política
matrimonial que tenía como función atraer a Portugal para
unirlo a los otros reinos de la Corona y aislar a Francia. Por ello,
los hijos de los Reyes Católicos se casaron con varias familias
reales europeas:
- Isabel y María se casaron con Manuel I de Portugal (no al mismo
tiempo)
- Catalina de Aragón se casó con Enrique VIII de Inglaterra
- Juan se casó con Margarita de Austria
- Juana la Loca con Felipe el Hermoso
Esta
política matrimonial produjo al final la gran herencia política de
Carlos
Política
interior
No
crearon ninguna figura nueva o completamente original, sino que
hicieron uso de las instituciones medievales ya existentes
adaptándolas a las nuevas necesidades y siempre con el objetivo de
reforzar el poder monárquico.
• El
Consejo Real de Castilla se siguió reuniendo, pero las nuevas
necesidades de una monarquía cada vez más compleja condujo al
establecimiento de los Consejos Especializados de gobierno
(Inquisición, Órdenes Militares, Aragón, Militar, etc). Sus
miembros eran cada vez más juristas especializados, desplazando a la
nobleza, a la que por otro lado se aseguraban sus privilegios
sociales y económicos.
• Se
refuerzan cargos como secretarios reales (altos funcionarios
del Reino que actúan como representantes de los reyes ante el resto
de organismos) y virreyes (representantes del poder real en
territorios en los que estos no estaban presentes)
• Las
Cortes de ambos reinos se reunieron pocas veces, solamente en
casos de impuestos extraordinarios o ceremoniales (jura de herederos)
• La
Administración de Justicia: los Reyes católicos aumentaron
el número de tribunales superiores y fijaron su residencia en un
lugar determinado: dos chancillerías (Valladolid y Granada) y dos
audiencias (Santiago y Sevilla), además situaron otra audiencia al
frente de cada reino de la Corona de Aragón y de Navarra
• Municipalmente,
se potencia la figura del corregidor, juez en primera
instancia y agente real que gobernaba los principales ayuntamientos.
• Establecimiento
de la Santa Hermandad como organismo de seguridad interior
para defenderse del bandolerismo.
Los
Reyes Católicos utilizaron la religión como elemento de
unificación territorial y refuerzo del poder real
• En
1492 se decretó la expulsión de los judíos que no se
convirtieran al cristianismo (marcharon unos 100.000).
• Entre
1501-02 se expulsó a los mudéjares (musulmanes).
• Inquisición
o Tribunal del Santo Oficio. Este perseguiría a los herejes que
no respetaban la ortodoxia católica. Además, la Inquisición se
convirtió en un organismo de poder para la Corona, que tenía
el poder de nombrar a los inquisidores y que podía actuar en
cualquiera de sus reinos sin preocuparse por fueros o fronteras.
• Finalmente,
se fomentaron las regalías (intervención y hasta control del
poder político en los nombramientos eclesiásticos)
América: Descubrimiento, conquista y colonización
En
1492, propuso a los reyes una ruta alternativa a la costosa ruta
africana para llegar a Asia: navegar directamente hacia el oeste.
Colón firmó con los Reyes Católicos las generosas Capitulaciones
de Santa Fe que le nombraban gobernador de todo lo que descubriera y
le otorgaban un décimo de los beneficios que se obtuvieran. El 12
de Octubre de 1492 la expedición llegó a la Isla de San
Salvador y descubrió Cuba y La Española (Santo Domingo). Tras éste
realizó otros tres viajes en los que descubrió buena parte del
Caribe y la costa de América del Sur. Aunque Colón no lo supo
nunca, en realidad había fracasado en su objetivo de llegar a Asia
por el oeste, pues se encontró un continente inesperado.
El
descubrimiento de América volvió a replantear las relaciones entre
Castilla y Portugal, pues, según el Tratado de Alcaçovas
(1478), a Castilla sólo le correspondían las Canarias. Finalmente
el acuerdo llegó en el Tratado de Tordesillas (1494), que
dividía los dominios de Castilla y Portugal por un meridiano a 370
leguas al oeste de Cabo Verde (este acuerdo concedía Brasil a
Portugal).
Tras
los primeros descubrimientos, la actividad de los exploradores
continuó adelante, así, en Núñez de Balboa cruzó el Estrecho de
Panamá y descubrió el Océano Pacífico. Por su parte, Magallanes y
Elcano recorrieron América del sur, cruzaron el Estrecho de
Magallanes y Elcano culminó la primera vuelta al mundo (1519-1522).
La
conquista de Méjico fue culminada por Hernán Cortés entre
1519 y 1521. Entre 1531-1533 Pizarro y Almagro conquistaron el
Imperio Inca, que se extendía por el Altiplano Andino, desde Ecuador
hasta Chile. Méjico y Perú fueron las bases del poder español en
América, pero tras su conquista, las exploraciones continuaron más
allá, hasta controlar España las zonas más ricas del continente
desde Florida hasta Argentina a mediados del siglo XVI.
La
colonización americana. La explotación del indígena
Tras
la conquista se produjo la colonización. La emigración de
los españoles a América estuvo rigurosamente vigilada por la Casa
de Contratación (no se permitía emigrar a los conversos o a los
súbditos de la Corona de Aragón). De este modo, la emigración a
América no pudo ser muy numerosa y se produjo un intenso mestizaje.
Las
consecuencias de la conquista fueron nefastas para los indígenas.
Aparte de las muertes directas durante la conquista, las enfermedades
introducidas por los españoles provocaron un auténtico genocidio en
ciertas zonas de América (por ejemplo, en el Caribe). Los españoles
pronto empezaron a explotar la agricultura en las nuevas tierras,
pero lo que más les interesaba eran las riquezas mineras, el oro y
la plata. La plata era especialmente abundante, sobre todo en las
minas de Zacatecas (Méjico) y de Potosí (Perú). El gran problema
para la explotación de estas riquezas era la falta de mano de
obra. Desde el principio de la conquista, los indios fueron
considerados súbditos del rey de España, y, por tanto, no podían
ser esclavizados sin justificación. Esto se intentó solventar
trayendo esclavos de África, pero además se desarrollaron
diferentes sistemas de explotación de los indios.
• El
Requerimiento fue la forma más temprana de esclavización,
consistía en “requerir” a los indígenas a convertirse al
cristianismo, y en caso contrario esclavizarlos. Dio lugar múltiples
abusos.
• La
Encomienda era una institución de origen hispánico que se
aplicó en América. Consistía en que a un español se le otorgaba
un grupo de trabajadores indios siempre que se comprometiera a
cristianizarlos y tratarlos con justicia, sin control alguno sobre
este particular.
• La
Mita era una institución de origen Inca que consistía en un
sistema de trabajo por turnos por parte de las comunidades indígenas.
Los españoles lo aplicaron en el Alto Perú para la explotación de
las minas. Fue una institución especialmente odiada por los
indígenas por tratarse de una explotación inhumana.
Los
abusos provocados por estos sistemas de explotación provocaron una
polémica ideológica entre los clérigos españoles. El primero que
denunció estos abusos fue Fray Bartolomé de las Casas en su Breve
Historia de la Destrucción de las Indias; su lucha tuvo como fruto
las Leyes Nuevas de 1542 que prohibían los abusos de los
encomenderos. Sin embargo, la lejanía de América impidió que estas
leyes se aplicaran de una forma efectiva
La
administración y gobierno de América se llevó a cabo con
instituciones presentes en la Península y en la propia América.
En
España hay que destacar.
• La
Casa de Contratación (en Sevilla desde 1503 y en Cádiz desde
1690), regentaba el monopolio de comercio, la emigración a las
colonias y organizaba el sistema de flotas con América.
• El
Consejo de Indias también radicaba en Sevilla y era un
consejo especializado formado por juristas. Era la principal
instancia jurídica y legal de América por debajo del rey (redactó
las Leyes Nuevas de 1542).
Y en
América:
• Los
virreyes eran el alter ego del rey en las colonias y, por tanto,
tenían una importante autonomía y poder dada la lejanía de sus
territorios. Esta institución tenía su origen en la Corona de
Aragón y en principio se formaron dos virreinatos: Nueva España
(Méjico) y Perú.
• Las
Gobernaciones eran las circunscripciones administrativas en
que se dividían los virreinatos. Su número fue aumentando hasta una
treintena a medida que progresaban las conquistas. En las fronteras o
lugares poco pacificados se situaban las Capitanías Generales con
carácter militar.
• Como
en España existían los corregidores como agentes reales en
los principales municipios o cabildos.
• Las
Audiencias tenían como en España funciones de tribunales de
justicia superior, sin embargo, también actuaban como organismos de
gobierno. Su número llegó a diez en el siglo XVI y los actuales
países de Latinoamérica se han formado grosso modo a partir de
ellas.
El
Imperio de Carlos V
El
Imperio de Carlos I de España y V de Alemania (1516-1556) se formó
por una enorme herencia no premeditada, debido a una política
matrimonial iniciada por los Reyes Católicos con el objetivo de
aislar a Francia.
- De
su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo, recibió Austria y los
derechos de sucesión en el título imperial.
- De
su abuela paterna, María de Borgoña, recibió Flandes y el Franco
Condado.
- De
su abuelo materno, Fernando el Católico recibió la Corona de Aragón
que incluía además sus dominios italianos de Sicilia, Cerdeña y
Nápoles.
- De
su abuela materna, Isabel la Católica recibió la Corona de
Castilla, Navarra y los dominios americanos
Además,
durante su gobierno crecieron enormemente los dominios americanos,
conquistó Milán y fue coronado emperador del Sacro Imperio. Esta
herencia motivó el sueño de Carlos V de recrear el Imperio
Universal Cristiano: todos los monarcas e Europa unidos por una
sola fe y un solo emperador en lucha contra los turcos. Sin embargo,
esta pretensión fue imposible de llevar a la práctica, pues, Carlos
V no consiguió ni la unidad política ni la religiosa.
Conflictos
Internos
• El
más grave fue la Rebelión de las Comunidades de Castilla
(1521-1523). Esta se produjo por varias razones: el descontento por
los consejeros extranjeros que trajo Carlos V (Adriano de Utrecht),
la utilización de los recursos de Castilla para pagar la política
imperial y los gastos de su elección como emperador, la necesidad de
que el rey tuviera más en cuenta las Cortes y las ciudades, etc. En
ciertas ciudades como Toledo, Salamanca o Segovia, la baja nobleza
(Padilla, Bravo, Maldonado), tomaron el poder y formaron comunas.
Carlos V obtuvo la victoria final tras conseguir la división entre
comuneros y alta nobleza.
• El
Conflicto de las Germanías (1520-22) se desarrolló en el
Reino de Valencia como eco del conflicto de las Comunidades de
Castilla. Consistió en una rebelión esencialmente antiseñorial. En
este caso, Carlos V apoyó claramente a la alta nobleza para aplastar
la rebelión.
Ambos
conflictos reforzaron el autoritarismo monárquico, mediante el
mantenimiento de los intereses económicos de la Alta Nobleza a
cambio de su subordinación política.
Conflictos
exteriores
• Carlos
V mantuvo cuatro guerras contra Francisco I y Enrique II de Francia:
existían múltiples lugares de enfrentamiento (Italia, Navarra,
Rosellón, Flandes, etc.). En 1525, Carlos V venció en la Batalla de
Pavía a Francisco I, y posteriormente saqueó Roma a consecuencia de
la alianza del Papa Clemente VII con el rey francés. Sin embargo,
los conflictos con Francia continuaron a lo largo del reinado.
• El
emperador consiguió frenar la expansión turca que amenazaba
Viena, sin embargo, fracasó al intentar tomar Túnez (1535) y así
solucionar el problema de los piratas berberiscos.
• Probablemente
el más grave por sus repercusiones fue el conflicto religioso
en Alemania. En 1517 Lutero inició su Reforma y pronto fue apoyado
por algunos príncipes alemanes que veían en ello una manera de
desafiar el poder del Imperio. En principio, Carlos V intentó una
solución de compromiso con Lutero en las Dietas de Worms (1521) y
Spira (1529), pero la vía negociada fracasó, dando lugar a la
Guerra de la Liga de Esmalkalda. En dicha guerra Carlos V tuvo
algunos éxitos como la Batalla de Mühlberg (1547); sin embargo, a
la larga, los gastos de los conflictos contra luteranos y franceses
le obligaron a llegar a un acuerdo con los protestantes: la Paz de
Augsburgo (1555). Esta paz dividía el Imperio en dos zonas, la
católica y la protestante y exigía que todos los súbditos tuvieran
la religión de su rey o príncipe.
Este
fracaso llevó a Carlos a renunciar al poder, desgajando de la
herencia de su hijo Felipe el título de emperador y los estados
alemanes, que legó a su hermano Fernando; después, se retiró al
monasterio de Yuste hasta su muerte.
La
Monarquía Hispánica de Felipe II. La unidad ibérica.
Se
denomina al reinado de Felipe II (1556-1598) la Monarquía Hispánica.
Esto se debe a que Felipe II centró sus esfuerzos políticos en que
el centro de su imperio fuera España y que éste se convirtiera en
un estado hegemónico, pero renunció al Imperio Universal. No
renunció, sin embargo, a la defensa del Catolicismo, que ahora se
enfrentaba al crecimiento del Protestantismo (Luteranismo,
Calvinismo, etc.).
Política
exterior
Felipe
II tuvo que hacer frente a los compromisos políticos de su padre.
• El
compromiso más importante fue la terminación de la guerra contra
Francia. En la Batalla de San Quintín de 1558 Felipe II derrotó
a los franceses. Esta batalla forzó la paz definitiva entre los dos
países (Paz de Cateau-Cambresis), debida al agotamiento
financiero de España (bancarrota de 1557), y al inicio de las
Guerras de Religión en Francia.
• Hacia
1570, la ofensiva turca en el Mediterráneo se hizo
especialmente virulenta. Los turcos arrebataron Chipre a Venecia y
ésta pidió ayuda a España. Venecia, España y el Papado formaron
la Liga Santa comandada por Don Juan de Austria. Éste derrotó a los
turcos en la Batalla de Lepanto (1571), que frenó el avance turco en
el Mediterráneo,
• El
problema más importante al que se enfrentó Felipe II fue el de los
Países Bajos. El conflicto tuvo causas económicas y
políticas, pero las más graves fueron las religiosas: el norte
calvinista se enfrentó al sur católico y Felipe II luchó por la
uniformidad religiosa católica. La guerra estalló en 1568 con la
rebelión de las Provincias Unidas de Holanda. Felipe II recurrió a
la fuerza y envió al Duque de Alba que ejecutó a los principales
cabecillas, pero no pudo evitar la independencia de facto de Holanda.
La Guerra de Flandes duró ochenta años y fue una auténtica sangría
para los tercios y la hacienda española.
• A
partir de los años 80 Inglaterra se sumó a los enemigos de
Felipe II. Por un lado, la Inglaterra Isabelina desafiaba el poder
marítimo de España en el Atlántico y el monopolio del comercio con
América. Además, había un problema religioso. Inglaterra era una
potencia protestante y ayudaba a los rebeldes holandeses contra los
tercios españoles. Este doble desafío provocó la respuesta militar
de Felipe II: la Armada Invencible (1588), que fracasó en su
intento de invadir Inglaterra. Esta derrota supuso la pérdida de la
hegemonía marítima española en el Atlántico.
• Entre
1580 y 1581 se produjo la incorporación de Portugal a la
Corona de Felipe II. Éste reclamó el Reino por la herencia de su
madre Isabel de. Portugal mantuvo sus leyes e instituciones. Su
incorporación a la corona de Felipe II supuso la unidad política de
toda la Península, además añadió su propio imperio colonial
(Brasil, Indonesia, Molucas, etc.) al español.
Política
interna
En
época de Felipe II se puede hablar de una tendencia al Absolutismo
Monárquico, es decir, el poder total del rey sobre cualquier otra
institución de sus reinos. Felipe II estableció la capital en
Madrid y desde allí gobernó sus estados. Para gobernar este gran
imperio tuvieron que desarrollar una compleja administración que
llamamos Sistema Polisinodial. Este consistía en una
extensión del sistema de consejos especializados. Estos se fueron
creando a medida que fueron necesarios:
- Consejo
de Estado: dirigía la política exterior
- Consejos
Territoriales: consejos de Castilla, Aragón, Portugal,
Italia, Flandes.
- Consejos
Técnicos: Inquisición, Ordenes Militares, Hacienda
(especialmente importante a partir de esta época), etc.
Los
virreyes se extendieron por todos los reinos alejados de
Castilla (Italia, Flandes y especialmente, por América). Las
Audiencias siguieron siendo los organismos más importantes
para el ejercicio de la justicia. Cada vez se convocó menos a las
Cortes.
Principales
conflictos:
• Corona
de Aragón: el caso de Antonio Pérez. Éste era el secretario
aragonés de Felipe II que fue acusado por éste de corrupción y
venta de secretos. Antonio Pérez huyó a Aragón y se colocó bajo
la protección de sus fueros y del Justicia de Aragón. Entonces
Felipe II recurrió a la Inquisición tras acusarle de herejía. Esta
maniobra fue juzgada como un atentado a los fueros y derechos de
Aragón y provocó una rebelión que el rey tuvo que reprimir por la
fuerza (ejecución de Lanuza, Justicia de Aragón).
• Rebelión
de los moriscos de las Alpujarras (Granada). Los moriscos eran
cristianos sólo de nombre, pues en realidad practicaban la religión
y cultura islámicas. Felipe II les acusó de ser posibles
colaboradores de la expansión turca por el Mediterráneo, aunque la
verdadera razón del conflicto era perseverar en la uniformidad
religiosa del Reino. Los moriscos se rebelaron ante el acoso de las
autoridades y fueron sometidos, expulsados y/o dispersados por el
resto de España.
Austrias
Menores, (Felipe III, Felipe IV, Carlos II)
Felipe
III (1598-1621)
Poco dado a los asuntos de Estados, pese a
heredar el mayor imperio conocido hasta esa época, se desentiende del
gobierno e inicia la tradición dejar el gobierno en manos de los
validos con el Duque de Lerma, que aprovechó su cargo para su
enriquecimiento personal. Mantuvo una política exterior pacifista
(tratados de paz con Francia e Inglaterra, tregua de 12 años con las
Provincias Unidas). Esto se debió a la mejora de las circunstancias
internacionales, pero también al agotamiento de la hacienda española
(bancarrota de 1607). Sin embargo este período de paz fue
desaprovechado para sanear la hacienda, pues los gastos suntuarios de
la corte sustituyeron a los gastos militares.
Aparte
de su política exterior el hecho más importante de su gobierno fue
la expulsión de los moriscos (1609-1614). Las consecuencias
demográficas de esta expulsión fueron nefastas (una pérdida de
300.000 personas), y fueron especialmente graves en Valencia y
Aragón, donde los moriscos mantenían una fértil agricultura.
Felipe
IV (1621-1665)
Su valido, el Conde-Duque de Olivares (Don Gaspar
de Guzmán), intentó realizar reformas económico-políticas que
fortalecieran a la monarquía. Sin embargo, su carácter autoritario
y las guerras que tuvo que afrontar impidieron que se llevaran a
cabo.
Las
reformas más importantes de Olivares querían uniformizar las leyes
e instituciones de los diferentes reinos hispánicos:
• Creación
de un Banco Estatal. Esto le liberaría de los prestamistas
extranjeros e impediría la salida de metales preciosos. Sin embargo,
fracasó pues se obligaba a los privilegiados a aportar parte del
capital.
• Unificación
Jurídica e Institucional: Olivares propuso que todos los reinos
de Felipe IV deberían abandonar sus fueros e instituciones propias y
aceptar las de Castilla.
• La
Unión de Armas fue el proyecto más ambicioso. Consistía en
crear un enorme ejército permanente que debería ser mantenido por
las aportaciones fiscales de todos los reinos de la monarquía y no
sólo por Castilla. Con ello se conseguiría una fuerza militar para
mantener la hegemonía militar en Europa. El plan fracasó por la
oposición de las Cortes de Aragón, Valencia y, sobre todo, de
Cataluña.
El
fracaso de las reformas impidió el saneamiento de las finanzas
reales, devastadas por los gastos militares, por lo que la monarquía
se declaró en bancarrota cuatro veces durante el reinado de
Felipe IV.
Política
exterior:
La
Guerra de los Treinta Años (1618-1648) estalló en Alemania
como un conflicto político-religioso entre los protestantes del
Norte y los católicos del sur liderados por los Habsburgo
austríacos. España se vio pronto mezclada en este conflicto como
principal defensora del Catolicismo y por la cercanía de los Países
Bajos a la guerra. Esto reactiva la guerra de Flandes y la guerra con Francia, lo que, unido a los conflictos
internos de 1640 (ver abajo), llevó a España al agotamiento, de tal modo que
empezó a cosechar derrotas (Batalla de Las Dunas, Batalla de Rocroi,
1643).
En el
Tratado de Westfalia (1648) termina la Guerra de los Treinta
Años y los protestantes salen victoriosos. España se ve obligada a
reconocer la independencia de las Provincias Unidas de Holanda. En la
Paz de los Pirineos (1659) concluye la guerra contra Francia.
España pierde la hegemonía europea en favor de Francia, además
pierde Rosellón-Cerdaña, Artois y varias plazas de Flandes.
Política
interior:
La
Crisis de 1640:
La
Rebelión de Cataluña (1640-1652). En 1640 Cataluña estaba en
plena línea del frente en la guerra contra Francia. El ejército
español (mayoritariamente castellano) ocupaba Cataluña y la propia
población catalana sufría los abusos de éste. Olivares insistía
en que Cataluña debía contribuir a pagar ese ejército que la
defendía de Francia. Esta tensión derivó en la rebelión de los
segadores que asesinaron al Virrey (Corpus de Sangre de 1640).
Cataluña se rebeló contra Felipe IV y entregó el principado al rey
de Francia. Felipe IV convirtió la recuperación de Cataluña en el
objetivo fundamental de su política y lo consiguió tras un acuerdo
en 1652 (Felipe IV se comprometía a respetar los fueros catalanes).
Rebelión
e Independencia de Portugal (1640-1668): Portugal estaba siendo
perjudicada por su pertenencia a Felipe IV, pues los holandeses
aprovecharon su guerra contra este rey para capturar el Imperio
Colonial Portugués. España era incapaz de defender estos
territorios, de este modo en 1640 el Duque de Braganza, al frente de
la nobleza portuguesa, se proclamó rey Juan IV y apoyado por Francia
e Inglaterra se rebeló contra España. Esta tuvo que reconocer la
independencia portuguesa.
Carlos
II (1665-1700)
En este período, pese a cierta recuperación
económica, una España en decadencia debe mantenerse a la defensiva
frente a las continuas agresiones de Francia: pierde el Franco
Condado y varias plazas de Flandes. La extrema debilidad a todos los
niveles del rey hizo que diversos validos se sucedieran en el
gobierno, sin ningún tipo de proyecto político sólido. Carlos II
muere en 1700 sin descendencia y en su testamento lega todos sus
reinos a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, con la
condición de que éstos permanezcan unidos bajo una misma corona.
Economía,
sociedad y cultura con los Austrias
• Demografía:
La población española creció en el siglo XVI, en conexión con la
fase de expansión económica en toda Europa. En el siglo XVII toda
Europa vivió una intensa decadencia demográfica y económica, pero
dicha decadencia fue mucho más grave en España. La Crisis
demográfica supuso un descenso de la población española. Esto fue
debido a la persistencia de la peste, la expulsión de los moriscos,
las dificultades económicas y las guerras constantes.
• Economía:
Uno de los fenómenos más importantes de la economía del siglo XVI
fue la llamada Revolución de los Precios, es decir, el
crecimiento sostenido de precios y salarios durante todo el siglo. En
la Revolución de los Precios fue esencial la llegada masiva de oro y
plata desde América que hizo aumentar la masa monetaria. Sin
embargo, también fue importante el aumento de la demanda por el
crecimiento demográfico. La Revolución de los Precios fue muy
perjudicial para la artesanía española, pues el ascenso de los
precios la hacía poco competitiva en el exterior. Además la Corona
no llevó a cabo inversiones productivas sino que sus gastos eran
suntuarios y bélicos. El oro y la plata americanos terminaban en
manos de banqueros extranjeros de manera que el capital en España
siguió siendo escaso. En el siglo XVII, la crisis económica fue
generalizada. Además, el contrabando inglés, holandés y
francés hundió el monopolio comercial con América. La crisis
fiscal llevó a la Corona a constantes bancarrotas. Al fracasar las
reformas de Olivares se tuvo que recurrir a soluciones económicamente
nefastas: venta de títulos y cargos públicos, aumento de los
impuestos indirectos y la peor de todas: las alteraciones y
manipulaciones monetarias, que provocaron una inflación galopante y
un desbarajuste monetario. Se comenzó a remontar a fines del siglo
XVII, a partir de 1680. La recuperación fue mucho más temprana en
la periferia que en el centro, de modo que el peso demográfico y
económico reforzó a las zonas litorales mientras el interior se
debilitaba. Así hay que mencionar la temprana recuperación de
Cataluña que, a partir de 1700 se convierte en una de las regiones
más prósperas de España.
• Sociedad:
Los Austrias se apoyaban y apoyaron a la nobleza y la Iglesia, manteniendo un estado fuertemente estamental. Con
los Austrias Menores, la sociedad española sufrió un retroceso en
un sentido conservador. Así, mientras la burguesía iba
desarrollándose en los países del Norte de Europa, en España
aumentó numéricamente la nobleza y el clero. La nobleza recuperó
parte de su influencia política y en general, toda la sociedad se
vio influida por los caducos ideales nobiliarios (honra, apariencia
de grandeza, desprecio al trabajo)
•
Cultura: En el siglo XVI se produce la primera etapa del
Siglo de Oro, el momento de mayor auge cultural de España. Entre
los logros culturales más importantes de este siglo hay que citar a
Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional o en
literatura obras tan importante como el Lazarillo de Tormes, el
Misticismo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús o la obra
de Fray Luis de León. En las artes plásticas hay que citar el
Plateresco, el Herreriano, en escultura Alonso de Berruguete y en
pintura El Greco.
Contrastando
con la decadencia económica y política, el siglo XVII es un período
de auge cultural y artístico en España: la segunda parte del
Siglo de Oro, la España del Barroco. Una de las manifestaciones
más importantes del Siglo de Oro fue la literatura. En España
brilló la Narrativa (El Quijote de Cervantes) y dentro de ésta la
Novela Picaresca (El Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, El Buscón
de Quevedo), también el Teatro (Lope de Vega, Calderón de la Barca,
Tirso de Molina) y la poesía (Quevedo, Góngora). En las artes
plásticas hay que destacar la Imaginería Barroca, expresión
genuina de la Contrarreforma Católica, pero sobre todo la pintura de
Velázquez, Ribera, Zurbarán, Murillo, etc.